¡Impactante! Estudios revelan si amamos más a los perros o a los gatos
Los perros y los gatos han sido, por siglos, los animales de compañía predilectos para millones de personas en todo el mundo. Su relación con los seres humanos se remonta a la antigüedad, cuando el vínculo entre ambas especies comenzó a forjarse de forma progresiva. Sin embargo, recientes investigaciones sugieren que el tipo de relación que desarrollamos con los perros y los gatos no es el mismo. Aunque ambos animales tienen un lugar importante en los hogares, las diferencias en comportamiento y carácter influyen en cómo nos relacionamos con cada uno.
A lo largo de la historia, estos animales han compartido espacio con las personas, adaptándose a sus necesidades y estilos de vida. Pero hoy en día, la cuestión sobre si las personas aman más a los perros o a los gatos sigue siendo un tema de debate constante. Diferentes estudios intentan responder a esta pregunta analizando la interacción humana con ambas especies, y lo que han encontrado es que, en general, la gente tiende a desarrollar un apego más fuerte hacia los perros. Este fenómeno parece tener sus raíces en una combinación de factores evolutivos, psicológicos y culturales que han moldeado nuestras preferencias a lo largo del tiempo.
La domesticación: El comienzo de una relación única
Para entender por qué los seres humanos desarrollan vínculos más estrechos con los perros que con los gatos, es importante observar la historia de domesticación de ambas especies. Los perros fueron domesticados hace entre 20,000 y 40,000 años, convirtiéndose en compañeros leales que ayudaban a los humanos en la caza, la protección y la vigilancia. A lo largo de los milenios, los perros desarrollaron una relación de dependencia y cooperación con las personas, lo que los hizo más cercanos a nosotros emocionalmente. Se adaptaron a nuestras formas de vida y se integraron en nuestras actividades diarias, creando una conexión profunda que aún persiste.
Por otro lado, los gatos fueron domesticados hace unos 9,000 años, pero su relación con los humanos ha sido más distante. Originalmente, se acercaron a los asentamientos humanos atraídos por los roedores, que a menudo infestaban los almacenes de alimentos. Aunque los gatos también fueron útiles para las personas, su domesticación no implicó la misma interacción constante que la de los perros. De hecho, los gatos mantuvieron gran parte de su naturaleza independiente, lo que ha moldeado su comportamiento hasta el día de hoy.
La psicología detrás del apego emocional
La interacción constante, la dependencia emocional y la disposición de los perros a participar en actividades cotidianas son algunos de los factores que fortalecen el lazo afectivo entre los humanos y los caninos. Desde una perspectiva psicológica, los perros actúan como catalizadores emocionales, fomentando sentimientos de apego y satisfacción. Un estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology encontró que el cerebro humano responde de manera más intensa a la interacción con perros que con gatos. Los perros, a través de sus expresiones faciales, su disposición para el juego y su constante búsqueda de afecto, generan una respuesta emocional más profunda en los humanos.
Los gatos, por otro lado, con su independencia natural, suelen ser más selectivos a la hora de interactuar con las personas. Si bien pueden ser extremadamente cariñosos, no siempre buscan la atención de sus dueños, lo que puede llevar a una percepción de que son más distantes. Sin embargo, los amantes de los gatos argumentan que esta selectividad les otorga una cualidad especial: cuando un gato elige buscar tu atención, ese momento se siente más significativo y único.
Preferencias globales: Países de perros y países de gatos
En 2021, un análisis realizado por Budget Direct reveló una fascinante infografía que mostraba qué países preferían a los perros o a los gatos, basado en el uso de hashtags en Instagram. Aunque este tipo de análisis no puede considerarse científico, ya que se basa solo en los usuarios de esa red social y su uso voluntario de hashtags, proporciona una visión interesante sobre la popularidad de ambas especies. Los resultados mostraron que los gatos dominaban en 91 países, mientras que los perros eran más populares en 76. En algunos países, como República Checa, Colombia y Chile, la preferencia estaba empatada.
Estos resultados reflejan que no existe una explicación definitiva para las preferencias por perros o gatos. Factores como el clima, la cultura y la economía no parecen ser determinantes en la inclinación por una especie sobre la otra. Incluso dentro de un mismo país, la preferencia puede variar entre regiones. Por ejemplo, en el Reino Unido, ciudades como Londres y Birmingham muestran una mayor inclinación hacia los gatos, mientras que en otras áreas los perros son más populares.
¿Qué nos dicen las encuestas?
Una encuesta global realizada por el Instituto de Investigación del Vínculo Humano-Animal (HABRI, por sus siglas en inglés) encontró que los perros son vistos como compañeros más afectuosos y dependientes, lo que fortalece la conexión emocional con los humanos. De hecho, el 95% de los encuestados consideraba a su mascota como parte de la familia, y un 98% aseguraba haber experimentado beneficios de salud mental y física gracias a la compañía de sus animales.
Este estudio destaca la importancia de los perros como compañeros de vida. No solo ofrecen compañía, sino que también contribuyen a mejorar el bienestar emocional y físico de sus dueños. Los perros obligan a sus propietarios a realizar actividades físicas, como caminar o jugar, lo que no solo promueve un estilo de vida más activo, sino que también ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.
En contraste, aunque los dueños de gatos también reportaron beneficios emocionales y psicológicos al tener un felino en casa, el estudio sugirió que la intensidad del vínculo emocional con los gatos no es tan fuerte como el que se desarrolla con los perros. Esto podría deberse a que los gatos no requieren la misma atención constante que los perros, lo que puede hacer que la relación sea menos intensa.
Parte de la familia: La inversión en la salud de las mascotas
Otro aspecto interesante a considerar es cómo la inversión económica en las mascotas refleja el cariño que les tenemos. Según la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria (AVMA, por sus siglas en inglés), el gasto promedio anual en atención veterinaria es de $241 para perros y $125 para gatos. Además, el informe de la Asociación Norteamericana de Seguros de Salud para Mascotas (NAPHIA, por sus siglas en inglés) en 2023 señaló que el 80 % de las mascotas aseguradas eran perros.
La mayor inversión en los perros se explica en parte por su disposición a participar en actividades diarias con sus dueños, como paseos y juegos. Los perros suelen estar más abiertos a interactuar con sus dueños, lo que genera una mayor necesidad de cuidados y atención. Los gatos, por su naturaleza más independiente, suelen requerir menos cuidados intensivos, lo que podría explicar por qué los dueños de gatos tienden a gastar menos en ellos.
El impacto cultural: Los perros y los gatos en diferentes sociedades
La preferencia por perros o gatos también varía según el contexto cultural. En algunas culturas, los perros son vistos como guardianes y protectores del hogar, lo que les otorga un lugar especial en la vida de las personas. En otras culturas, los gatos son considerados animales sagrados, como es el caso en el antiguo Egipto, donde eran venerados y protegidos.
En países como Japón, los gatos tienen un lugar importante en la cultura popular, gracias a personajes como Hello Kitty y la imagen del gato de la suerte, o maneki-neko. En cambio, en países occidentales como Estados Unidos, los perros han sido tradicionalmente considerados como "el mejor amigo del hombre", lo que ha reforzado su popularidad.
La ciencia detrás del amor: Hormonas y emociones
Una razón clave por la que las personas pueden preferir a los perros sobre los gatos tiene que ver con las hormonas. El contacto con los perros provoca la liberación de oxitocina en los humanos, una hormona que también se conoce como la "hormona del amor". Esta hormona es la misma que se libera cuando interactuamos con nuestros hijos o seres queridos, lo que fortalece el vínculo entre los humanos y los perros.
Por otro lado, los gatos no generan este mismo efecto hormonal en los humanos, lo que podría explicar por qué el vínculo emocional con ellos es diferente. Los estudios han encontrado que, aunque los dueños de gatos también liberan oxitocina al interactuar con ellos, la cantidad es significativamente menor en comparación con los dueños de perros.
En resumen
Tanto perros como gatos tienen un lugar especial en los corazones de las personas. Sin embargo, la evidencia sugiere que, en general, las personas tienden a desarrollar un apego más fuerte hacia los perros debido a su naturaleza sociable, su disposición a interactuar y la capacidad que tienen para generar una respuesta emocional más intensa en los humanos. Esto no significa que los gatos no sean amados, sino que el tipo de amor que se desarrolla con ellos es diferente: más reservado, más independiente y menos demandante.
Al final del día, la elección entre perros o gatos dependerá de la personalidad de cada persona. Algunos valoran la compañía incondicional y el cariño constante de un perro, mientras que otros prefieren la independencia y el misterio de un gato. Sea cual sea la elección, lo importante es que ambos animales tienen la capacidad de mejorar nuestras vidas, proporcionándonos compañía, alegría y un sentido de pertenencia que pocos otros seres pueden ofrecer.
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